El mundo se divide en infinitas cuestiones y aquí traemos otro ejemplo. Existe la creencia popular de que siempre hay que dejar la calefacción encendida en tu hogar. Por otra parte, otros no entienden cómo puede ser esto posible y apagan la calefacción hasta para comprar el pan. ¿Cuál de los dos consigue un consumo más eficiente en su hogar? En Energy sabemos la respuesta.
Razones para no apagar la calefacción
Los que defienden que la calefacción nunca debe de ser apagada lo hacen pensando en el esfuerzo mayor que tiene que hacer aparato para alcanzar la temperatura deseada, unos 21º C. De hecho esto no es ninguna tontería, el esfuerzo que debe de hacer el sistema de calefacción es mucho mayor al de mantenimiento de la temperatura. No sólo se debe emplear energía en modificar la temperatura del aire sino que se deben calentar los objetos sólidos. Por desgracia estos cuerpos (sofás, estructuras, paredes, etc) influyen en la dificultad de alcanzar la temperatura de confort. Esa dificultad se traduce como un gasto energético.
Es por esto que muchas personas creen que mantener la calefacción encendida todo el día supone un ahorro energético.
Desmintiendo el rumor
En este caso el rumor se desmiente, no porque sea totalmente falso, sino porque cada caso es un mundo y esto no se puede aplicar a la mayoría de ellos. Los factores que pueden alterar la situación que planteamos son el tamaño de la habitación, el aparato de calefacción y la cantidad y naturaleza de los elementos que hay en la habitación. Lo que decidirá si debes o no apagar la calefacción es el tiempo que pases fuera de casa.
Todo es una cuestión de tiempo. En el caso de que quieras conseguir la máxima eficiencia con tu sistema de calefacción en casa deberás calcular el tiempo para el cual es rentable apagar la calefacción.
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