El futuro de las gasolineras se adapta al mercado del carburante. Actualmente vivimos una situación de incertidumbre en la que pretendemos arrojar cierta luz a la pregunta que se hace la sociedad actualmente: ¿existen alternativas a la gasolina y el diésel?
Por qué buscar alternativas
Un sistema energético tan violento como es el motor por combustión es una fuente de energía contaminante. No sabemos, de hecho, si renunciar a este tipo de energías suponen un verdadero paso atrás tecnológico. Sin embargo sabemos que debemos reducir nuestras emisiones como consumidores o productores.
Los gobiernos, y sobretodo los de los países europeos han pretendido atajar el problema de dos formas:
- Prohibiciones de venta y circulación: Debido a su capacidad para sensibilizar masas este tema ha destacado mucho. Por ahora mucho de lo que hablamos son sólo estudios, rumores políticos o teorías sobre el mercado. Se habla de prohibiciones de venta de coches diésel y gasolina en Francia para la nueva década de los 40 y algunas medidas de restricción del tráfico a ciertos vehículos en Madrid para 2020, por ejemplo, pero poco podemos hablar de esto a día de hoy.
- Restricciones a los fabricantes: Es la medida más efectiva y en la que más se trabaja. Si un cambio a energías alternativas, si las hay, se produce, debe ser lo más orgánico posible. La manera de reducir el impacto es eliminar la responsabilidad del consumidor en este proceso.
Las restricciones a las marcas fabricantes de vehículos son las que han hecho estos últimos años competir en niveles de eficiencia energética a gran nivel.
Alternativas a la gasolina y diésel
El tiempo para trabajar en alternativas a la gasolina y diésel. Actualmente, a nivel industrial o empresarial, se está apostando mucho por las alternativas al diésel y gasolina. A día de hoy estas alternativas están representadas, principalmente, los coches eléctricos.
Vehículos eléctricos
El de los vehículos con motor eléctrico es un tema de actualidad bastante complejo pero podemos resumir su situación.
Los coches eléctricos tienen actualmente dos problemas clave. El primero de ellos es su autonomía. El más capaz de los modelos de coche electrónico disponibles hoy no alcanza los 200 km de autonomía. Menos de 200 km en los que se tiene que repostar, en este caso cargar el vehículo, pero con todas las dificultades que conlleva eso de por sí para los coches eléctricos. La segunda característica principal de estos vehículos es que no se están vendiendo como un producto necesario. El precio de este tipo de vehículos es bastante alto y apunta a un público de clase media-alta. Un público que se compra un coche eléctrico para sanar su conciencia y seguir manteniendo otras costumbres energéticas igualmente nocivas.
Híbridos
El concepto propio del vehículo hace que se enfoque muy directamente hacia un producto muy práctico. El coche híbrido persigue la eficiencia del motor y el respeto al medio ambiente a través de una combinación de sistemas energéticos. Es el producto alternativo a la gasolina y diésel que más se ha vendido en los últimos años. Cuenta este con una penetración en el mercado algo más significativa (en torno a un 4% del total de las ventas de vehículos frente a menos de un 1% de coches eléctricos).
Eficiencia energética de los carburantes clásicos
Obviando alguna de las recientes polémicas en el sector, como la del dieselgate, que no mancha la marcha general del sector, realmente los fabricantes están consiguiendo alcanzar cotas de eficiencia energética muy beneficiosas para el medio ambiente y para el cliente.
Nuevos vehículos de las marcas fabricantes que, no sólo cumplen con los requisitos medioambientales provenientes de los gobiernos europeos, sino que se suman a una sana competencia entre marcas por conseguir un producto menos dañino para el medio ambiente. Este es el producto resultante de una presión gubernamental y social. Hoy por hoy podemos afirmar que apostar por él es hacerlo porque el necesario avance en la industria se haga de la forma más inclusiva.
Una forma de avanzar sin dejar a nadie fuera, como tantas otras veces en la historia ya hemos hecho.
Al final todos los coches acabarán siendo eléctricos imagino. Más que nada porque los combustibles fósiles se acabarán. Un saludo.